viernes, 26 de abril de 2013

Jornada TodoCerdos 2013


Con gran suceso tuvo lugar en la Sociedad Italiana de Villa del Rosario, en el centro de la provincia de Córdoba, la jornada TodoCerdos 2013, que contó con nueve disertantes y una concurrencia superior a los 550 asistentes de diversos puntos del país.

El evento fue organizado por TodoAgro, CyA Llanes Producciones; y el instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María, estamento del cual depende la carrera de Medicina Veterinaria, que se dicta en Villa del Rosario. Contó además con una veintena de empresas que expusieron productos y servicios.

Tras las palabras de bienvenida a cargo del intendente Roberto Herrera,  del decano Hugo Traverso, del secretario de Alimentos, Ricardo Meirotti y del secretario de Ganadería de la provincia, Daniel Carignano, estos últimos funcionarios de reparticiones que dependen del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba, comenzaron las disertaciones relacionadas al núcleo duro del programa.

Abrió el fuego el médico veterinario Jorge Brunori, referente de cerdos del Inta Marcos Juárez quien apuntó a ayudar a los presentes a entender por dónde va a pasar la producción en los próximos años. Si bien admitió que por estos tiempos el sector presenta algunos problemas en la comercialización, subrayó que “poniendo luz alta para ver hacia adelante, se proyecta que esta actividad tenga un crecimiento en los próximos diez años, del 190% y eso genera la necesidad de tener un productor con una visión muy diferente, que implica más eficiencia, más escala, otra visión empresarial, y tener en cuenta el ambiente”.

Respecto a los datos del presente de la porcicultura argentina, Brunori dijo que en el país hay entre 350 y 400 mil madres productivas  y si se relaciona ese número con las 4 millones de cabezas faenadas, el promedio indica que Argentina produce 10 animales terminados por madre, y por año (en su inmensa mayoría capones), y esto implica una eficiencia baja. “Por ejemplo Brasil o países europeos, logran 22 capones por madre/año; y esto nos dimensiona a nosotros donde estamos y la gran posibilidad de mejorar que tenemos. Y esa mejora está basada en el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, que tienen entre 20 y 200 madres. Allí hay que poner todas las energías para crecer”.

Brunori remarcó que en los productores se hace indispensable lograr un cambio cultural y tener una visión empresarial, y “eso significa dejar de ser solo un productor operativo, para ser un gestionador de su actividad, mirando su rodeo, pero también tranqueras afuera, y eso implica llevar registros, hacer análisis económico-financiero, analizar los mercados, asesorarse, pensar el asociativismo, y así se empieza a transitar el camino de la eficiencia y producir un cambio cualitativo”.

Por supuesto no dejó afuera de las asignaturas pendientes cuestiones productivas, entre las que mencionó “la eficiencia de conversión de alimentos en carne”.

Respecto a las dispersiones de precios en las bocas comerciales, Brunori dijo que es una realidad que está afectando la posibilidad de ensanchar el consumo. “Terminamos 2012 con más de 9 kilogramos de consumo de carne por habitante/año, con casi 5 kilos de carne fresca, que es carne que se debe producir en el país, pero todavía hay mucha disparidad en carnicerías o bocas de venta y eso es dañino para sostener el consumo y crecer”.

Entender el ambiente y el rodeo, antes que recetar medicamentos
Un punto fuerte de TodoCerdos 2013 fue la presentación del experto uruguayo Ricardo Segundo Cochran, consultor internacional y especialista en sanidad porcina. Se refirió a los problemas del cerdo desde el nacimiento, hasta los 30 kilogramos de peso. “Es un período en que pasan muchas cosas en la vida del cerdo”, deslizó.

Su alocución se centró en primer lugar en lo que se conoce como tecnología de manejo o procesos, es decir aquella de bajo costo, de alto impacto, y lo explicó señalando que “hay que enfocar qué problemas nos está presentando el flujo de producción, el manejo, el flujo de producción en el bienestar o salud del cerdo y dejar para el final la terapéutica o la solución fácil. Cuando visito las granjas para asesorar, siempre dejo para el último la definición de qué medicamentos o programas vacunales usar. Primero hay que entender los manejos, los ambientes, la genética, la composición del rodeo”.

Para abonar estos conceptos puntualizó: “Las granjas porcinas son complicadas en el sentido que integran diferentes categorías, diferentes edades, y eso hace que desde el punto de vista inmunitario, sean estructuras complejas. Nosotros pensamos que a todos los lechones de la misma edad les está pasando lo mismo, pero no. Mamaron inmunidad diferente, una inmunidad prestada que dura tiempos diferentes; y por eso me concentré en cómo ayudar a homogeneizar poblaciones, entendiendo aspectos que hacen al ambiente, en la reducción de factores estresantes, fáciles de entender. 

No creo en las recetas de productos, porque de esa manera se termina acumulando medicamentos y usando mal a los productos. Por allí cuando tratamos individuos, en general un 10 o 20% tiene problemas pero tratamos al 100% y eso es un mal uso de recursos y aumentar los riesgos por sobreuso de productos”.
Respecto a los desafíos sanitarios ante el confinamiento y el aumento de escala, dijo: “Siempre que confinás y aumentás la cantidad de animales por metro cuadrado, aumentás la presión de infección por microorganismos y así se incrementan los problemas. Pero la economía de escala obliga, sobre todo en aspectos comerciales. Pero cuidado que ser chicos también tiene otros riesgos sanitarios. Por ejemplo los camiones que transportan cerdos, que son vectores de contaminación, algo que con escala y transporte propio se puede controlar.

Segundo Cochran futurizó un enorme porvenir para Argentina como productora de cerdos. “Está en el mejor lugar del planeta para producir proteína animal, tiene agua dulce y granos, pero además el cerdo devuelve fertilizantes, entonces Argentina es el país perfecto para producir cerdos, máxime cuando Europa decrece o por lo menos no podrá crecer más y aumenta la demanda mundial, que se duplicará para el 2040”

Un agregado de valor
En el marco de TodoCerdos 2013, fue presentado en sociedad, la publicación Análisis de la Cadena de la Carne Porcina en Argentina, de 170 páginas, editada por el Inta, en la que trabajaron decenas de técnicos de todo el país, entre ellos la ingeniera Beatriz Perotti, docente de la Universidad Nacional de Córdoba, quien fue la voz cantante en TodoCerdos 2013.

La experta indicó que la región Pampeana, integrada por las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa, es la principal productora de cerdos del país, concentrando el 78% de las cabezas porcinas, el 66% de las madres y el 54% de los establecimientos productores.

Dijo además que el primer estabón de la cadena porcina de Córdoba es la producción primaria, integrada por 8.657 establecimientos agropecuarios, de acuerdo a datos del Senasa en 2012, lo que representan el 14,6% del total nacional, siendo superada solamente por la provincia de Buenos Aires en unas 80.000 cabezas.

Perotti puntualizó que las existencias porcinas tienen fuerte presencia en los departamentos del sur- sureste de la provincia, donde fundamentalmente se desarrolla la producción de maíz, y que de acuerdo a la Asociación de Frigoríficos, están registrado 24 establecimientos mataderos o frigoríficos porcinos, y según el Ministerio de Agricultura Nacional, hay 44 operadores matarifes-abastecedores porcinos y un consignatario porcino directo, y que según datos del ONCCA de 2010 hay 29 plantas de chacinados y salazones, lo que representa el 8% de las plantas del país. Agregó que las 340 mil cabezas faenadas durante el 2009 representan el 10,2% de la faena del país y que “Córdoba se caracteriza porque un importante porcentaje de animales salen de la provincia con destino a faena extraprovincial principalmente”.